Como si se tratara de un escenario imaginado por Julio Verne en su novela Viaje al centro de la Tierra, las cuevas de cristales de la mina de Naica, en el estado de Chihuahua, diluyen
Como si se tratara de un escenario imaginado por Julio Verne en su novela Viaje al centro de la Tierra, las cuevas de cristales de la mina de Naica, en el estado de Chihuahua, diluyen la línea que divide a la realidad de la ficción.
Y es que a veces es difícil dimensionar el poder de nuestro planeta para crear maravillas de tal magnitud, hasta que ocurren descubrimientos como el que hicieron los mineros chihuahuenses.
Mientras avanzaban en los trabajos de drenado y localización de vetas, se toparon con uno de los sitios más insólitos del planeta: cuatro cámaras o geodas gigantes a las que bautizaron como Ojo de la Reina, Cueva de las Velas, Cueva de las Espadas y Cueva de los Cristales.
Las cuevas de la mina de Naica
Cada una de las cuevas de la mina de Naica debe su nombre a la impresión que causaron en los mineros al observar los cristales en su interior.
El caso de la Cueva de las Velas es bastante particular, ya que no se ha encontrado en el mundo otro sitio con este tipo de cristales. Cada cristal está coronado por delgados filamentos que se asemejan a la llama de una vela.
La principal característica de la Cueva de las Espadas esta en los cientos de cristales que tapizan sus paredes. Muchos de ellos miden hasta 2 metros de longitud y su simetría guarda mucho parecido con el cuerpo de una espada.
Uno de los aspectos más sorprendentes de esta cámara es que los científicos han encontrado material biológico encapsulado en los cristales, como el caso de algunos restos de polen. Esta cueva fue la primera cámara de cristales encontrada en la mina de Naica, en el año 1910.
Anécdotas del descubrimiento
La Cueva Ojo de Reina tiene una anécdota singular. Fue descubierta por los hermanos Delgado, quienes al trabajar en la exploración de la mina, dirigieron la la luz de sus cascos hacia una cavidad extraña. Al acercarse, hallaron esta cámara de 8 metros de diámetro, recubierta en su totalidad por cristales.
Los hermanos estaban frente a una geoda enorme que lucía como un gran ojo. La sorpresa no terminó ahí, al alumbrar la parte central de la cámara fueron sorprendidos por el resplandor de una esfera que brilló con la intensidad de un diamante. Estas experiencias fueron las que los llevaron a bautizar a la cueva de esta manera.
Finalmente, el caso de la Cueva de los Cristales es posiblemente el más impresionante de todos. Se encontró en el año 2000 y supuso uno de los hallazgos geológicos más grandes.
Sus enormes bloques y columnas de selenita alcanzan 11 metros de longitud y sus condiciones atmosféricas son extremas. La temperatura al interior oscila los 50º c con un 100% de humedad.
Estas características son insoportables para el ser humano, sin embargo, son las que han permitido la formación de semejantes cristales.
Para el ingreso a esta cueva es necesario el uso de equipo especial adaptado con un sistema de enfriamiento y oxigeno como lo explican los expertos del Proyecto Naica.
Cómo se formaron
La formación de estas cuevas es de lo más interesante. Su edad es de más de un millón de años. Durante este tiempo, las cámaras se llenaron con aguas termales y aguas filtradas de la superficie que, al mezclarse, provocaron la reacción química que originó los cristales.
Con el tiempo y la explotación de la mina de Naica, las cámaras se drenaron dejando al descubierto estos insólitos escenarios.
Los descubrimientos recientes en la mina de Naica
En años recientes, la NASA ha hecho hallazgos impactantes en las cuevas Naica. Dentro de los cristales detectaron microorganismos vivos de más de 60 mil años de antigüedad. Por increíble que parezca, sobrevivieron y se adaptaron a las condiciones extremas de las cuevas alimentándose de sulfito y manganeso.
Además de ser un descubrimiento sin precedentes por ser microorganismos desconocidos, pone en duda las misiones espaciales. La razón es que los científicos temen que las naves exploradoras que vuelven a la Tierra con muestras de sitios como Marte, puedan traer microorganismos extraterrestres capaces de sobrevivir a condiciones tan extremas como las de Naica. Ello expondría a la Tierra a una contaminación peligrosa.
Ahora que ya conoces estas maravillas subterráneas, tal vez es hora de conocer otros sitios increíbles que se encuentran más cerca del cielo como el imponente Monte Tláloc y su montaña fantasma.